“Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
jugando llamarán”
al giro del dolor
ni las cavilaciones que cubren mis pestañas
ni lágrimas de sal transitando mi verbo.
Hoy vuelvo del silencio
de tanta soledad dormida en la azotea
de tantos tropezones por mi calle empedrada...
y escucho su juego en mis cristales.
Caen los espantapájaros.
Hoy prefiero sembrar el barro en mis balcones
de juncos y retamas,
prender en los tendales su ritual olvidado,
sus gestos de ternura.
Hoy es mejor esperar el roce de sus alas
la desnudez calladamente frágil de un trino
sus plumas de azabache manchadas de ilusiones.
Espero la derrota de mis muros
en esta ingravidez borracha de humedades,
el fulgor de una estrella que regrese mis pasos
a la tierra que vence cicatrices.
Y espero, extendiendo mis manos, descifrar
primaveras que cuelgan de sus nidos,
la memoria invirtiendo los kilómetros
de su itinerario
y su vuelo ,su vuelo en mi ventana.
Espero porque ellas, ellas sí volverán
Junto a Benjamín León, Sara Castelar y una pequeña representación de los que se atrevieron con este senderismo de versos.
Gracias a todos los que hicisteis posible que ese día quede guardado para siempre entre mis buenos recuerdos.
10 comentarios:
¡Qué maravilla! me has dejado con los ojos "espampanaos" como decimos por aquí :) Aún no me repongo de la dulce sensación.
Felicidades, Ana.
Nos hablas,Ana, nos hablas y nos cuentas de forma sencilla y cercana, los recuerdos que guardas de un hermoso día, y luego nos dejas flotando en la dulzura que nos regalan tus versos. Me gusta, me gusta muchísimo la sensación que me dejan tus versos. No me canso de leerte.
Un beso
Manu
Un beso que te llegue
Ya ves, embarco y me quedo en tierra, (sigo intentando comprar mi libertad) me hubiera encantado estar con vosotros: Sara, Benjamín, la corporación de Aznalcázar con Lola, la tenaz alcaldesa, al frente y compartir con todos camino, poesía, buen rollito y seguro que algunas otras cosillas sabrosas.
Con envidia y aplausos para esta crónica con poema incluido te mando un fuerte abrazo
.
Claro que volverán, de eso no tengas ni la menor duda...
Hermoso tu poema como los que acostumbras a regalarnos a quienes te leemos con mucho cariño...
Adoro ese poema de Bécquer y el tuyo es una bella continuidad...
Fue una ocasión hermosa, llena de poesía y de un recorrido adornado por el verde paisaje de Aznalcázar. Guardo en el corazón esos momentos, Ana, la alegría derramada y la posterior música y baile. Todo fue genial, como para concluir cenando en casa aquella noche, junto a ti y a tu esposo. Gracias por revivirlo.
Un abrazo, Benjamín.
Sí, seguramente que ellas sí volveran porque tu lo deseas. hermoso poema!
Mónica
Ana que casualidad!!!, nosotros en Bejar donde vivo, un grupo de escritores y amantes de la poesía,estamos planeando andar por la ciudad y pararnos en sitios claves, para leer poemas. Me parece una iniciativa fantástica, otra vertiente es hacer senderismo por estos bosques maravillosos de castaños fresnos y pinos que tenemos por aquí en la Sierra de Bejar y leer poemas en ratitos de descanso
No sabía que hicierais senderismo, me encanta.Un beso y gracias por estos poemas maravillosos que salen de dentro.
Bonita experiencia la de compartir los versos y los pasos con parte del pueblo y bajo la bandera de una reivindicación.
El poema, Ana, es excelente. De verdad.
Un beso admirativo!!
Laura
jajaj, Luisa, cómo me ha gustado esa expresión (espampanaos). Gracias por tus emociones.
Un beso que te llegue al corazón
Ana
Espero que no te canses, Manu, me alegra encontrarte y flotar entre las palabras que me dejas.
Un beso que te llegue al corazón
Ana
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