Tu nombre es la ciudad donde habita el temblor
que eyacula la savia de mi sangre,
donde el Sur se hace Norte,
el Norte del quebranto en mi silencio.
Tu nombre es el que cruje debajo de mi noche
el que me enreda el cuerpo en tu amuleto
y estalla las cadenas, grilletes de pasión
zurciendo a dentelladas las tinieblas.
Y al tacto de tu nombre,
que sobrevive en esta lejanía,
me nombro de tu nombre enamorada.
Tu nombre es sed
.........................Tu nombre es aire
Y se extienden mis tersas sábanas sin pecados
y recorro tus letras con mi lengua
borrando las heridas, forjándonos de acero.
Cómo dudar de Dios, conociendo tu nombre
Ana Villalobos Carballo
24 de Junio de 2008
1 comentario:
Precioso poema con un ritmo perfecto. No le falta nada, sensualidad que roza sutílmente el erostimos,con grandes dosis de ternura, hermosa estructua,ritmo perfecto y un tema que atrapa y emociona. Es un gran placer leerte.
Manu
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